Refresco embotella las bebidas (refrescantes) de muchas grandes marcas internacionales de bienes de consumo. Esta empresa de origen holandés se fundó en 2000 y ha experimentado un crecimiento impresionante en los últimos veinte años. En la actualidad, Refresco cuenta con setenta fábricas en varios países y embotelló más de 11.000 millones de litros de refrescos el año pasado. En Europa y Norteamérica, Refresco es líder indiscutible del mercado.
Refresco es una organización muy descentralizada. Emplea a «sólo» 100 personas en su sede de Rotterdam, frente a más de 12.000 empleados en otras partes del mundo. La confianza en el poder de los buenos equipos locales es característica de la forma de hacer negocios de Refresco. Lo que se decide en Rotterdam repercute en la organización global, pero corresponde a los equipos locales determinar la mejor forma de plasmarlo por país.
Lo mismo puede decirse de la confianza que se tienen unos a otros en la sede central. El empoderamiento es una prioridad muy alta en Refresco: se espera que cada empleado -desde el Director General hasta la recepcionista- tome diez decisiones cada día. No todas tienen por qué ser igual de acertadas, siempre que se tomen. Este grado de espíritu emprendedor no se ve a menudo en grandes empresas de este tipo, al igual que la libertad y responsabilidad que se da a los empleados. Es la libertad y la responsabilidad que se da a los empleados.